viernes, 11 de enero de 2008

Uno de los grandes

Antes de la invención del Gore-tex, de los piolets ergonómicos y del GPS, había una serie de señores que subían montañas con un arrojo (expresión que viene a decir que los tenían enormes y muy peludos) del que se perdió la huella hace tiempo. Edmund Hillary fue uno de ellos, y aunque logró la fama por ser uno de los primeros en pisar la hoy marchita cumbre del Chomolugma, la vida de este tipo que hoy-ayer murió está plagada de aventuras dignas de su altura.
Su nombre ya era parte de nuestra historia antes de morir, su ayuda a los pueblos himalayos, su consejo de dejar descansar las cumbres de tanta basura que acarreamos a ellas queda como parte de su legado.
Un ejemplo de que esto nuestro no sólo es subir piedras, paredes o montañas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...

...ti si que eres grande, bicho...